¡Unidos somos más fuertes! La Junta de Acción Comunal de San Cristóbal que le apuesta a la solidaridad
El barrio Calvo Sur de la localidad de San Cristóbal se convierte en ejemplo de empatía y solidaridad para toda la ciudad. La incansable labor de sus habitantes y el liderazgo de la Junta de Acción Comunal -JAC- a través de sus dignatarios, permitió que a la fecha cerca de 210 familias sobrelleven mejor la crisis ocasionada por la emergencia sanitaria.
Juan Carlos Parra es el presidente de la JAC del Barrio Calvo Sur, desde su papel de líder y dignatario puso en marcha un plan de ayudas para las familias más vulnerables que habitan el sector. Un trabajo maravilloso que activó toda una red de solidaridad entre los vecinos con la participación de empresarios, emprendedores y aliados que aportan su granito de arena para llevar ayudas alimenticias a quienes lo necesitan.
La idea surgió con el fin de apoyar a las personas que viven del día a día cuyos ingresos económicos se afectaron por las medidas de aislamiento preventivo. La Junta de Acción Comunal y los vecinos se unieron, se organizaron, se distribuyeron tareas y los resultados se convirtieron en el inicio de una gestión que involucró a toda la comunidad, las pequeñas y medianas empresas que operan en el sector y las entidades que hacen presencia tanto del Distrito como del Gobierno.
Hicieron un censo para conocer de primera mano quienes necesitaban un apoyo alimentario, sacaron un diagnóstico, evaluaron quienes eran los más vulnerables, realizaron un inventario de posibilidades y comenzó el engranaje de solidaridad.
Con megáfono en mano y con todas las pilas puestas don Juan Carlos y demás dignatarios fueron casa por casa indagando sobre las necesidades de cada uno de sus habitantes; identificaron 700 predios, 1.100 familias de las cuales 210 resultaron vulnerables; y entonces inició la cadena de bondad liderada por la JAC, la organización comunal del barrio. A esto se sumó un despliegue de comunicaciones a través de las redes sociales y otros medios digitales, como WhatsApp, cuya estrategia difundió la iniciativa. Pronto empezaron a llegar los mercados y otros elementos de primera necesidad al centro de acopio del barrio donde se reciben las donaciones que entre los mismos vecinos logran gestionar.
A la campaña se vincularon diferentes instituciones, emprendedores y empresarios, vecinos y tenderos quienes desde sus capacidades participan solidariamente en tiempos de crisis. El “kit de supervivencia” incluye elementos básicos como aceite, arroz, lentejas, arveja seca, avena, chocolate, café, sardinas, masa para arepas y mantequilla con la esperanza de ser un alivio a las familias necesitadas. Gracias a la solidaridad de la comunidad se realizó la entrega de los primeros 120 kits; y se trabaja en la gestión de los elementos necesarios para armar los faltantes.
Una extraordinaria red de apoyo se formó entre los habitantes del barrio Calvo sur, mostrando la importancia que juegan las JAC en la ciudad y de contar con líderes comprometidos que atienden las necesidades reales de la comunidad. El levantamiento de la información tejió un proyecto en el marco del bienestar y la bondad en momentos difíciles.
La solidaridad se multiplica y se convierte en una bola de nieve que crece gracias al aporte de vecinos y amigos; es así que una antigua dignataria que residió en el barrio durante la década 80 y que, sin importar su residencia en el extranjero, realizó un importante aporte a esta iniciativa,
“Hay que despertar la voluntad de ser solidarios, impregnar a los vecinos con el don del servicio, convocar a través de medios virtuales, innovar en comunicaciones, tenemos herramientas necesarias para generar solidaridad”, palabras con las que describe don Juan Carlos su trabajo. Necesitamos más líderes que irradien este ánimo solidario, jóvenes comprometidos con sus comunidades, vecinos dispuestos a unirse en las dificultades, y familias dispuestas a compartir en la adversidad.
La JAC del barrio Clavo Sur de la localidad de San Cristóbal ahora cuenta con los insumos necesarios que llevaron a un proyecto y se convierte en el punto de partida para seguir construyendo a Bogotá desde la voluntad de servir con conciencia social.