Durante la década de los ochenta, 60 carros de carga, un buldócer, entre otros vehículos, hacían parte de los activos de trabajo que pertenecían al Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital -DAACD-. En el año 2006, a partir del decreto 257 de 2006, el DAACD pasa a ser el Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal –IDPAC- y algunos de estos activos son vendidos excepto una volqueta Chevrolet C70, modelo 83, color rojo que, por su condición y mal estado, no fue vendida. En cambio, fue abandonada a la intemperie, arrumada y olvidada a espera de alguna decisión. 

Duró mucho tiempo abandonada en un potrero dentro de las instalaciones de la Sede B del IDPAC, más conocida como La Planta, con su carrocería corroída por el óxido, escombros arrumados en su caja de carga y la maquinaria arruinada para hacer cualquier tipo de trabajo.

Fue entonces que, en el 2017, con las intervenciones para el nacimiento del ‘Laboratorio de la Participación’, por parte de esta la Administración Bogotá Mejor Para Todos, se tomó la iniciativa de darle un uso diferente al vehículo: se extrajo de su entierro, se recuperó, pintó y convirtió en un jardín, que hoy es agrado e ícono para funcionarios, contratistas y visitantes del IDPAC.

Existieron diferentes etapas para la transformación de la Chevrolet C70, la primera consistió en realizar jornadas de retiro de escombros para desocuparla y a su vez, usar el espacio con materia viva, grava y tierra fértil. Desde entonces en el jardín resaltan plantas nativas de la ciudad como el butilón, hiedras, linos, entre otros.

Luego, para su embellecimiento, se realizaron dos tipos de jornadas de pintura, la primera, con al artista Javier Almirón, un grafitero reconocido de la ciudad, quien en compañía de niños en condiciones vulnerables de la localidad Ciudad Bolívar, participaron en la decoración con imágenes de aves representativas de Bogotá como la tingua y el copetón. La segunda jornada se realizó con un colectivo grafiteros amateur.

La idea de la recuperación de la volqueta abandonada, es la de llevar un mensaje de transformación de nuestros espacios abandonados, al convertirla en un hermoso jardín bogotano, y de este modo disponer de un “lienzo” para ser pintado periódicamente con motivos alusivos a la ciudad.

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