“Los zancos nos hacen felices”: experiencias Bogotá Líder en Bosa
Se ven altos, seguros y fuertes. Desde arriba, en los zancos, se sienten diferentes. “Me encanta subirme en ellos; desde que lo hago he ganado más confianza en mí misma y he aprendido a superar los miedos”, dice Lincey Varón, una pequeña quien aprende el manejo de zancos con la Corporación Luciérnagas, beneficiada con la entrega de elementos para el fortalecimiento de la organización, luego de participar en la segunda convocatoria de Bogotá Líder.
Resultar seleccionada permitió que la Corporación adquiriera materiales para la fabricación de los zancos. “Nosotros mismos los elaboramos. Usamos madera, cauchos, tornillos, colbón, entre otros elementos. Los zancos son nuestra herramienta para atraer a niños y jóvenes a las prácticas artísticas como estrategia para incentivar valores y recuperar los espacios públicos”, manifiesta uno de los miembros de la Corporación e instructor de zancos, Yehimar León.
Los primeros talleres que ofrece Luciérnagas son de formación básica. La idea es que los chicos aprendan a caminar en zancos y, luego, puedan realizar acrobacias individuales o en grupo y actos especiales como parte de montajes teatrales.
Con el proyecto, la Corporación incentiva el buen uso del tiempo libre, además de promover el trabajo en equipo, la importancia por el autocuidado y cuidado por el otro, la disciplina y el cambio de concepción de algunos parques de la localidad de Bosa, considerados como ‘sitios de miedo’ por la inseguridad y expendio y consumo de sustancias psicoactivas.
“Caminar en zancos nos hace felices”, concluye otra pequeña ‘zanquera’ de la Corporación, Laura López.