“Quiero ver las nubes de cerca, tocarlas si es posible”. Se ríe y retoma, “soy un joven con capacidades diversas, discapacidad cognitiva, y me voy a España.  No hay imposibles para quienes creen”.

Pese a su nerviosismo, pues es su primer viaje en avión, Rosemberg Morales se muestra seguro frente a un reto más en su vida. “Viajo por primera vez fuera de Bogotá y lo hago a Europa. ¿Los miedos? Estos no existen cuando tienes un propósito”.  Y su propósito, con 19 años de edad, es hacer realidad los sueños de otros jóvenes que, como él, padecen algún tipo de discapacidad y que hacen parte de la Asociación Multiactiva Fusión Fantasía, que resultó seleccionada para intercambio de experiencias en la segunda convocatoria de Bogotá Líder, proyecto impulsado por Participación Bogotá – IDPAC –.

El logro es posible, luego de un año de trabajo en la Organización en la que Rosemberg se destaca por su carisma y entrega con los jóvenes que hacen parte de ella.  “Es un ángel. Siempre tiene nuevas ideas para compartir con nosotros y hacernos sentir que, así tengamos algunas limitaciones, somos capaces de más”, dice la Representante de la Organización, Luz Marina Arboleda.  Fusión Fantasía trabaja por la inclusión de jóvenes en condición de discapacidad en la localidad de Bosa, mediante prácticas artísticas.

Tal es la creatividad de Rosemberg que se animó, un día, a montar un tango.  ¿Su pareja? Luz Marina, quien en silla de ruedas le siguió los pasos y contagiaron con la danza, a más de uno, como alternativa para explorar los propios talentos.

Ya encarretado con el baile, pese a que manifiesta que antes no era capaz de dar un solo paso sin pisar a su compañera, en Madrid visitará la Fundación Síndrome de Down para aprender a bailar flamenco y motivar a sus ‘parceros’ de la Organización para incursionar en las danzas internacionales.

Pero la agenda llevará a Rosemberg a establecer otros contactos.  Por ejemplo, los miembros del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad. La idea es reconocer experiencias que fortalezcan las potencialidades de los jóvenes.

Vive en la vereda San José de Bosa, es cuidador de su madre y quiere ser sicólogo. “Esto apenas comienza. ¡Voy por más!”, expresa Rosemberg mientras señala con orgullo su tiquete de avión.