Así se desarrolló una de las jornadas de integración ciudadana más importantes del sur de la ciudad, donde diferentes entidades del Distrito junto a varios grupos de ciudadanos voluntarios de la localidad de Usme, desarrollaron una jornada de ayuda y conservación al medio ambiente, logrando contribuir a la recuperación de varias zonas de protección animal por medio de una masiva siembra de árboles en tres puntos ubicados en las veredas El Destino y Olarte.

Esta actividad liderada por la fundación ANDI, logró consolidar una alianza estratégica y empresarial con diferentes entidades, tales como; la Fundación Bancolombia, la Unidad Local de Atención Técnica y Agropecuaria –ULATA- y el Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal –IDPAC-, quienes con un grupo del modelo de participación Uno Más Uno = Todos, Una Más Una = Todas, se consolidó el equipo técnico y humano que llevaron a cabo estas actividades.

Alrededor de 40 personas, en un trabajo de integración con los habitantes del sector, se logró la plantación de 1.000 árboles en la vereda Olarte, en medio de una jornada continua de limpieza en una de las principales quebradas que atraviesa la finca, ubicada en uno de los lugares, por donde se llevó a cabo la intervención. Asimismo, con esta reforestación en el área, un grupo de expertos ecólogos y botánicos de Bogotá, consideraron esta zona, como uno de los lugares más importantes de conservación natural para Bogotá.

Neftalí Carreño, propietario de una de las tres fincas intervenidas, se mostró muy emocionado por la jornada de integración, “este tipo de actividades no sólo cambian a Bogotá, sino a todo el planeta, gracias a todos ustedes por brindarle a nuestra naturaleza una nueva cara, pensando en un futuro más verde para todos”.

Por otra parte, Susana Vélez, líder de grupo de la fundación ANDI, le manifestó a todo el equipo de trabajo, “hoy más que nunca tenemos que trabajar por el futuro de nuestra Bogotá y realizando este tipo de actividades le bridamos a nuestros hijos una aire más limpio, las fuentes de agua natural son parte de una riqueza ambiental, tenemos  que seguir protegiéndolas porque son nuestro sistema ambiental, esto que hacemos hoy tiene un gran impacto en el presente, pero de seguro será mucho mayor en un futuro cada vez más saludable”.

Finalmente, la jornada culminó con éxito y la meta trazada de 1.000 nuevos árboles para la ciudad, se pudo lograr de la mano de los diferentes grupos de voluntariado, la ayuda estratégica de las entidades distritales y la participación ciudadana de las familias de la verdea Olarte en la localidad de Usme.