Bogotá, 30 de agosto de 2020. Según Naciones Unidas, en el artículo ‘Mucho más que una violación de los Derechos Humanos’, “La desaparición forzada se usa a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad”.

Desde el Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC) y su equipo de Víctimas del Conflicto Armado de la Subdirección de Fortalecimiento de la Organización Social, hacemos extensivo un mensaje de solidaridad a todas aquellas personas y familias que llevan mucho tiempo sin ver a sus seres queridos.

Esta situación les ha generado un estrés mental lento y cotidiano al no saber del paradero de sus familiares y amigos; pues los asecha la incertidumbre de si aún están vivos y, de ser así, dónde se encuentran y en qué condiciones; y en caso contrario, saber dónde están sus cuerpos. 

El 21 de diciembre de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 30 de agosto como el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.

En Colombia, según cifras de la Unidad para las Víctimas, al 31 de julio del 2020 se habían identificado más 181.884 casos de personas desaparecidas forzosamente, y más 194.510 eventos de desaparición forzada.

Familiares de las víctimas de este atroz hecho se encuentran en la ciudad de Bogotá pidiendo ser escuchadas; buscando a sus seres queridos y solicitando la verdad de los hechos ocurridos. Para ellos y ellas, toda nuestra fuerza, mejor energía y admiración por su constante lucha.

Por último, queremos conmemorar su resiliencia, valentía, entereza y coraje con la que se enfrentan de manera cotidiana a los territorios y periferias de la Capital, para hallar verdad, justicia, reparación y no repetición.